Gabriel, arcángel de la guarda
En el mismo momento que Dios decide enviar a Su Hijo a salvar a la Humanidad, también decide que éste no puede ir solo por esos mundos de Dios, valga la redundancia, y le asigna un ángel de la Guarda. Pero no ser un ángel cualquiera, ser el Arcángel Gabriel, quien no siente ningún aprecio por los humanos, criaturas creadas por Dios pero que continuamente le dan la espalda. A regañadientes y rebajado de su porte celestial, Gabriel acepta la misión divina y baja a la Tierra. Desde entonces vivir junto a Jesús toda su vida y ser testigo de los actos del Mesías y, al mismo tiempo, sufrir , amar y vivir como un humano más. En definitiva, una visión de la vida de Jesús desde el punto de vista de su más leal, inseparable y, por qué no decirlo, torpe guardaespaldas. Felipe Ortún nos demuestra que el humor no desafía la calidad literaria.